Son fascinantes desde hace tiempo por la complejidad y perfección en su geometría: un equipo de investigadores revela como las celdillas de miel de las abejas toman su forma hexagonal.

Panales de abeja (Wikipedia)

El equipo de Bhushan Kanihaloo (Universidad de Cardiff) constató que en la naturaleza, las celdas de las abejas son primero de forma circular, antes de transformarse rápidamente en hexágonos redondeados, a medida que se construyen los compartimientos, donde almacenan el polen y la miel.

El mecanismo de transformación, explicaron los investigadores el miércoles en la revista Interface de la Royal Society británica, se encuentra en el flujo de la cera derretida en la unión con las celdas vecinas.

Se han propuesto muchas hipótesis a lo largo de los siglos para explicar la sorprendente geometría de las celdas de las abejas. Incluso han dado a los insectos la extraña capacidad de efectuar complejos cálculos matemáticos para medir longitudes y ángulos.

Pero de acuerdo al nuevo estudio, la explicación radica precisamente en las propiedades físicas de la cera utilizada para construir las celdas circulares.

A una temperatura de alrededor de 45 grados Celsius, la cera comienza a fluir lentamente como un líquido elástico, viscoso. Se estira como el caramelo, y los ángulos se forman por la unión de las celdas, dando lugar a hexágonos.

Las abejas obreras proporcionan el calor para esta transformación, trabajan arduamente, lado a lado, en la construcción de los compartimientos, explican los investigadores.

Aunque el misterio de esta impresionante estructura se ha resuelto mediante una combinación de física y matemáticas, los investigadores rinden homenaje a la labor de los insectos.

“No podemos más que admirar el papel desempeñado por las abejas en este proceso, mientras calientan, amasan y adelgazan la cera exactamente donde se necesita”, dicen.